¡6 atajos para conseguir el éxito en tus objetivos!
En busca de los atajos.
Todos sabemos que para conseguir triunfar en algo hay que trabajar duro pero no nos gusta el esfuerzo, entonces nos preguntamos ¿No habrá un atajo, un truco, alguna técnica para conseguir esto sin trabajar?
La respuesta es que no hay trucos de magia (Los genios de la lámpara solo están en los cuentos) pero sí que hay técnicas o atajos, aunque la mala noticia es que igualmente tendremos que trabajar duro y pagar el precio, ya sea en tiempo, en esfuerzo, en reflexión, etc., pero estos atajos harán que ese esfuerzo merezca la pena y van a conseguir que tengamos muchas más garantías para conseguir nuestros objetivos que navegando sin rumbo.
Pasemos a describirlos:
Atajos 1.
Actitud mental positiva, tanto si pensamos que podemos, como si no, estamos en lo cierto, por lo tanto pensemos que podemos, tengamos fe en nuestras posibilidades, creamos en nosotros y en nuestra capacidad de trabajo, esfuerzo y sacrificio para conseguir lo que queremos, además con una mentalidad positiva seremos más felices. No debemos preocuparnos por los problemas que nos vienen a la cabeza, esto no significa que seamos unos irresponsables, pero el 99% de los problemas que nos imaginamos, no se llegan a producir jamás, siempre pasa algo en lo que ni siquiera habíamos pensado, por lo tanto, a medida que nos vallan llegando los problemas, vayámoslos resolviendo. La preocupación por nuestros miedos irreales o imaginarios es una de las mayores pérdidas de energía que tenemos y no nos deja concentrarnos en lo que realmente importa, no desperdiciemos nuestra energía en temores infundados, pensemos en positivo, esto nos da fe y la fe nos carga las pilas.
Atajos 2.
Fijarse un objetivo, para conseguir algo primero tenemos que tener claro que es ese algo, ha de ser algo tangible y acotado en el tiempo, ¿Qué queremos conseguir? y ¿Para cuándo lo queremos? Para fijar los objetivos tendremos en cuenta una serie de normas básicas:
- Ponlo por escrito, en papel o en el ordenador, pero ponlo por escrito. No hace falta que sea una cosa muy desarrollada, se puede ir trabajando en él para irlo haciendo crecer, para darle forma, para entrar más en los pequeños detalles, pero empecemos a ponerlo por escrito, tenerlo en la cabeza es garantía muy elevada de fracaso. Al escribir nos obligamos a pensar de forma consciente y hace que lo que escribimos se grabe en nuestra memoria y vaya calando en nuestra alma.
- Trocea ese objetivo en pequeñas metas o acciones más exactas y fáciles de ejecutar.
- Ponerse una fecha límite para su consecución, a las pequeñas acciones o metas que se vayan desglosando del objetivo, también y pasar a la agenda para asegurarnos que se hacen, esas metas son los pequeños pasos que nos harán llegar al final a nuestro objetivo.
- Ser intransigente con el cumplimiento de los pasos y si se ha dicho que se va a hacer algo en tal fecha hacerlo, si no lo hacemos hacerse preguntas del tipo ¿Si sigo haciendo lo que estoy haciendo ahora, donde estaré dentro de 5 años? ¿Sigo haciendo lo mismo que durante estos 5 últimos años y que no me ha hecho avanzar nada? Si estás en un hoyo cada vez más profundo, deja de cavar, haz algo diferente.
- Marcarse objetivos ambiciosos, las metas fáciles no nos motivan y como las vemos fáciles, se dejan para el final y acaban no haciéndose. Apunta a las estrellas y posiblemente llegarás a la luna, apunta al suelo y de ahí no pasarás.
- Ponerse en marcha inmediatamente, si esperamos a que las circunstancias sean favorables se nos pasarán diez años más.
Atajos 3.
Pasar a la acción, esto es sin duda alguna el atajo más importante para conseguir cualquier cosa, cualquier logro, cualquier éxito cosechado nace de una idea pero, si no se pasa a la acción, se queda en eso, simplemente una idea. Pasar a la acción ponerse en marcha para recorrer el camino, no nos tenemos que quedar bloqueados porque no veamos que va a pasar dentro de diez pasos, si empezamos a andar, igual al sexto paso ya podemos discernir con más claridad el décimo, y así sucesivamente. Si no empezamos a andar no sabremos nunca lo que pudo haber sido, no hay que esperar a que estén todos los semáforos de una calle en verde para arrancar el coche, está clarísimo. Pasemos a la acción, empecemos a andar y conforme vayamos avanzando por el camino, se verá más cerca nuestro destino, sin olvidar de disfrutar por el camino. Si deseas que tu vida cambie para bien y estás dispuesto a pagar el precio para conseguir tus objetivos, y siempre y cuando, no te estés engañando a ti mismo, has de pasar a la acción. Sin acción no hay NADA.
Atajos 4.
Pensar y planificar, cada día, cada semana, cada mes y anualmente, desglosar nuestro objetivo en metas, planificarlas y anotarlas en nuestra agenda para asegurarnos que se cumplen. Anualmente fijaremos los objetivos para ese año, que desglosaremos en objetivos por meses, estos a su vez se desglosarán en objetivos semanales y por último se trocearán en acciones diarias y concretas, planificaremos cada día siguiente, al final de la jornada y repasaremos si se ha cumplido lo deseado en ese día, si no se ha podido cumplir, analizar el porqué. Cada día antes de empezar revisar lo programado para ese día y hacer los ajustes necesarios, pero procurando no modificar mucho el plan. En definitiva usaremos 15 minutos cada día para pensar, y esto, es el factor determinante para hacernos avanzar a velocidad ultrasónica. En otro post ya trataremos más en detalle la planificación, ya que esto da para un artículo entero.
Atajos 5.
Papel y lápiz, Einstein decía que más vale tener un lápiz pequeño y un trozo de papel que una memoria de elefante, y tenía mucha razón, las ideas aparecen en nuestra cabeza a una velocidad increíble ya que tenemos muchísimos estímulos en el día a día, y las ideas, todos sabemos que aparecen y desaparecen a una velocidad increíble y que cuando desparecen, raramente nos volvemos a acordar, sin embargo, si cuando la idea aparece, la anotamos, nos obliga a pensar en las palabras para describirla, con lo que se nos graba en la memoria, después, cuando procesemos estas notas, esa idea vuelve a revivir y la podemos desarrollar con más calma. Yo personalmente tengo un bolígrafo y una libreta en mi mesita de noche, muchas veces, cuando las ideas rondan por mi cabeza y no me dejan dormir, por miedo a olvidarme, simplemente las anoto y sigo durmiendo tan plácidamente, al día siguiente las proceso o simplemente las desecho o las dejo en cuarentena, nunca se sabe que nos puede aportar más adelante. Hoy día también, los Smart phones, con toda la tecnología de que disponen, vienen provistos con grabadoras de voz, que sin duda alguna, pueden sustituir al papel y al lápiz, aunque en la noche, yo te recomiendo lo segundo.
Atajos 6.
Sube cada día un peldaño más de los que tocan, esforcémonos en conseguir un poco más cada día, ese esfuerzo hará que consigamos antes nuestros objetivos para llegar a la cima del éxito. Una última llamada antes de irse para conseguir otro cliente, un Km más si estamos caminando,…, nos acercara antes a nuestro objetivo. No nos demos por satisfechos nunca, no debemos creer las cosas, por sólidas que parezcan, sin cuestionárnoslas. Enfocarse en preguntas que nos hagan avanzar, por ejemplo enfocarse en ¿Cómo puedo conseguir algo? o ¿Qué tengo que hacer para conseguirlo? en lugar de pensar, los cientos de cosas que se nos ocurren, de porque no lo puedo conseguir. Enfocarse en cómo podemos mejorar algo de lo que hacemos, porque aunque funcione a la perfección, siempre se puede mejorar, coger el hábito de pensar, pensar, y pensar aún más. Entre el estímulo y nuestra reacción a él, debe de haber el pensamiento consciente, los automatismos de pensamiento no nos favorecen.
¿Tienes planes por escrito para el futuro de tu empresa? Déjame tus comentarios.
Contacta conmigo en s.a@smart-attitude.com o en el móvil +34 647 799 141
Si quieres recibir los post publicados en esta página, rellena el formulario de la derecha y suscríbete a la News Letter.
Si te ha gustado el post, por favor ayúdame a que llegue a más gente, compártelo con tus amigos en Facebook, Twitter, LinkedIn, etc.
Antonio J. Herrero García
¿Y tú qué opinas?