La necesidad de pasar de tener una Mentalidad de empleado a tener Mentalidad Empresarial
Para montar una empresa con garantías de éxito se ha de desarrollar una fuerte Mentalidad Empresarial y abandonar cuanto antes la mentalidad de empleado.
Te dejo el último vídeo que he preparado donde te lo explico:
Y aquí te dejo la transcripción del vídeo:
¿Por qué ser un buen profesional en tu oficio no es suficiente para ser un buen empresario?
Muchas empresas han sido montadas por profesionales que sobresalían en sus oficios.
Eran muy buenos realizando su trabajo, así que decidieron dar el salto y montaron su propia empresa.
El pensamiento, casi siempre, es:
“Si soy tan bueno haciendo mi trabajo, si monto una empresa y trabajo para mí, me voy a forrar, el trabajo no me faltará”
Yo también tuve ese mismo pensamiento cuando monté mi primera empresa.
Pero luego viene la cruda realidad.
Empiezas con miedo, generalmente con precios bajos por tu inseguridad.
Empiezas a tener clientes y cada vez trabajas más.
Luego, cuando acabas, si quieres cobrar, te tienes que poner a hacer facturas, la contabilidad para la gestoría, los pedidos a los proveedores, preparar los presupuestos que te han pedido tus clientes, la presentación de impuestos, etc.
También tienes que estar continuamente haciendo de comercial y atendiendo a los trabajos que consigues.
Vamos que, lo que al principio parecía que iba a ser la leche, se empieza a convertir en una pesadilla que te obliga a trabajar el doble de horas que cuando trabajabas para otro.
¿Como se sobrelleva todo esto?
Como estás iniciando tu propio negocio todo esto se sobrelleva con la adrenalina del principio, la ilusión y la fe de que eso, en cuanto vaya un poco mejor, va a cambiar.
Pasan las semanas, los meses y cada vez tienes que dedicar más horas.
La cosa no mejora, es posible que te decidas a contratar a alguien para que te ayude.
Pero otra vez vuelven a aparecer dudas:
- ¿Será tan bueno como yo?
- ¿Estará al nivel al que están acostumbrados mis clientes?
- ¿Y si me sale mal?…
Por lo que sigues atendiendo tú a los clientes y haces que esa persona te ayude, pero no te atreves a dejarlo solo.
No te das cuenta, pero, en vez de un negocio, has construido una trampa que te mantiene como un esclavo y te roba cada vez más tu vida personal.
Créeme, yo lo sufrí y me costó mucho darme cuenta.
Sí que es verdad que probablemente ganes más dinero, pero si no tienes tiempo para gastarlo, ¿para qué te sirve?
Por este motivo, la mayoría acaban cerrando el negocio porque se queman.
Han montado su negocio con mentalidad de empleado y sin conocimientos de cómo llevar un negocio para generar riqueza sin tener que ser esclavos del mismo.
Así el motor del negocio es su fundador y sin él, el negocio no funciona.
Veamos como lo hacen los empresarios con Mentalidad Empresarial.
Toda empresa, desde su creación hasta su consolidación, pasa por cuatro fases:
- La fundación
- El crecimiento
- La consolidación
- La automatización
La fundación
En la primera fase el dueño del negocio, tiene que hacer de todo y todo son gastos, no generas ni para cobrar tu sueldo.
El crecimiento
Después llega la fase del crecimiento, donde ya la cosa empieza a mejorar.
Se van consiguiendo nuevos clientes que hacen que se generen los ingresos necesarios para cubrir gastos y tu sueldo, por lo general no muy elevado.
La consolidación
Más tarde llega la fase de la consolidación, donde ya el dueño se relaja al comenzar todo a rodar bien.
La preocupación por conseguir nuevos clientes disminuye debido a la relajación del dueño después de una época, que pueden ser años, de duro trabajo y esfuerzo.
Pero el dueño sigue haciendo tareas de producción.
No deja de hacer tareas de su oficio ya que es donde más cómodo se siente.
Todas las decisiones la toma él y sigue siendo imprescindible para la empresa.
(Es en esta fase donde se quedan estancados la mayoría de pequeños empresarios. Aun a pesar del malestar que les crea el tener que trabajar tantísimas horas).
La automatización del negocio
Y por último llega la cuarta fase, la de automatizar.
Lo cual debería estar la mente del dueño desde el minuto cero de la creación de la empresa.
Aquí es donde radica la principal diferencia entre los empresarios con mentalidad de empleado y los que tienen una verdadera mentalidad Empresarial.
Todo lo que se hace en la empresa desde sus comienzos debería estar enfocado en este sentido.
De esta manera el motor de la empresa deja de ser su dueño y pasan a ser los procesos.
A esta fase llegan muy pocos.
Se ha de ser muy valiente para ser capaz de delegar absolutamente todo lo que hace en la empresa.
Hasta ser capaz de poder desaparecer por largos periodos de tiempo y que, al volver, el negocio funcione igual, o mejor, que cuando te fuiste.
Todas las empresas funcionan igual, en mayor o menor medida.
Las pequeñas empresas no crecen porque se centran en la Producción y al resto de áreas dedican lo mínimo imprescindible para que vayan tirando.
Sin embargo, las grandes empresas, que empezaron siendo pequeñas, lo son porque delegaron todas las tareas productivas y se centraron en el resto de áreas.
Sobre todo en la administración de la empresa.
Para liberarse de la trampa de los Autoempleos, camuflados como pequeñas empresas, que te esclavizan y te roban tu vida personal, deberías formarte en la dirección y administración de empresas o buscarte un mentor especialista que te ayude y te asesore.
Deberías centrarte en como como dar valor a tus clientes con tus conocimientos y dejar que otros (Tus empleados) hagan el trabajo siguiendo tus consignas.
Te pondré un ejemplo con un contable.
Opción 1
Como contable te puedes esforzar mucho, trabajar muy duro, en pasar las facturas emitidas y recibidas a la contabilidad, los extractos bancarios, las nóminas de los empleados, etc. y tener la contabilidad de tus clientes impoluta.
Esto te asegurará que te seguirán dando trabajo hasta que encuentren uno que haga lo mismo que tú, pero más barato.
Porque no lo valoran, para ellos la contabilidad es un gasto necesario para presentar los impuestos y porque la Ley lo manda.
Opción 2
Otra cosa que puedes hacer es conseguir que tus clientes valoren tu trabajo dándole la vuelta a su percepción de lo que haces.
Te puedes centrar en, a partir de la contabilidad que realizarían tus empleados.
Generar valor para tus clientes con el asesoramiento adecuado, ganándote su confianza, asesorándoles en la toma de decisiones, convirtiéndote en una pieza clave de su equipo, que transmita seguridad y garantía, ayudándoles a crecer, utilizar la contabilidad como una herramienta y no como un simple trámite para presentar los impuestos.
Salir del autoempleo
Montar una pequeña empresa es fácil y hasta divertido, lo difícil es mantenerla y hacer que crezca para que no se convierta en un autoempleo que te esclavice a ella.
La clave no está en ir a más velocidad, en hacer más cosas en el mismo tiempo como pretenden algunos, la clave está en cambiar de mentalidad, dejar atrás la mentalidad de empleado y asumir el liderazgo de convertirte en un empresario de éxito.
Si no sabes cómo hacerlo, pide ayuda. Búscate un mentor que te ayude, que te enseñe como hacerlo y que te guíe.
El trabajar muchísimas horas en tu negocio es necesario y vital al principio, pero si, pasados unos años, sigues así, sin duda alguna, es síntoma de un problema mucho más profundo que se ha de abordar cuanto antes.
Ha llegado el momento de dejar de hacer tareas técnicas de producción para realizar tareas estratégicas para el futuro del negocio.
El Motor que mueve la empresa y sus engranajes
Recuerda que, como te dije en un artículo anterior, los cinco principales engranajes en el motor de la empresa son La administración, El Marketing y las ventas, Las finanzas, Los Recursos Humanos (RR.HH.) y la Producción.
La mayoría de pequeñas empresas se centran casi única y exclusivamente en la producción, por su arraigada mentalidad de empleados, siendo la Administración y el Marketing las que más y más rápido pueden hacer crecer tu negocio.
Mentalízate de que tu empresa ha de funcionar sin ti y no gracias a ti. Tendrás que trabajar más sobre tu empresa y no en ella.
Aunque para ello, será necesario que trabajes en cambiar tu forma de pensar y de hacer antes, sustituir tus viejos hábitos por otros nuevos y más estratégicos.
Trabajar sobre el liderazgo personal primero para después trabajar sobre la gestión del negocio.
Antonio J. Herrero
¿Y tú qué opinas?