¿Negocio?, ¿Estás atrapado en tu propio negocio?
¿Recuerdas porque decidiste montar tu propio negocio, qué fue eso que te impulsó a trabajar por cuenta propia?
Cada uno tuvo sus propios motivos por los cuales decidieron dar el paso de empleado a empresario, a continuación te resumo algunos de ellos por los que amigos, compañeros de curso e incluso yo mismo, decidimos a dar el salto y asumir los riesgos:
- Por la satisfacción de tener mi propio negocio.
- Por tener más libertad de acción.
- Porque no tendría a nadie que me mandase.
- Por tener la sensación de tener el control sobre tu horario y sobre las condiciones de trabajo.
- Por tener un horario de trabajo flexible.
- Porque puedo ser más creativo.
- Porque todo el esfuerzo que hago es para mí y para mi familia.
- Para tener más dinero y poderme comprar la casa y el coche de mis sueños.
- Para aportar algo de valor a la sociedad.
- Para hacerme rico.
- Par poder ayudar a otros.
Piensa en los motivos que te empujaron a ti a tener tu propio negocio.
Al principio todo es muy excitante, por fin he dado el paso, en mi caso, a mis 30 años de edad, me despedí de un empleo (en el año 1996) donde cobraba 350.000 de las antiguas pesetas al mes, tenía un puesto de responsabilidad y eso me obligaba a trabajar más horas de la cuenta, pero también tenía mi mes de vacaciones, si me ponía enfermo podía coger la baja y seguir cobrando, si me despedían, tenía una indemnización y cobraría el paro, en fin, ya sabéis la seguridad de un puesto de trabajo fijo, estaba casado hacía poco tiempo, tenía una hipoteca que pagar, una hija de dos años de edad y aun así, decidí dar el salto al vacío, a la incertidumbre de si podría cobrar todos los meses y cuánto, pero eso no me importó, por fin el sueño de tener mi propio negocio se hizo realidad, la verdad, era la única opción de prosperar en el futuro si trabajaba duro. Como estaba antes, por más que trabajara, cobraba lo mismo. Monté mi propia empresa con un solo cliente y en el local de la antigua peluquería de mi madre sin ni siquiera acondicionar.
Recuerdo que el primer mes no pude cobrar y empecé a tirar de los ahorros, a partir del segundo mes el sueldo pasó a ser de 120.000ptas/mes, a partir de aquí todo es trabajo duro, privación de vacaciones, horas y horas realizando los trabajos encargados por los clientes y el fin de semana haciendo las tareas administrativas, facturación, etc., tenía que ir aprendiendo sobre loa administración de empresas a medida que iban surgiendo los problemas, todavía no existía mi libro “Manual de dirección para pequeñas empresas”, donde se explican todos estas cosas que tuve que aprender a palos.
Pero, ¿No se supone que íbamos a tener más tiempo libre, que íbamos a ganar más dinero?
Con el tiempo y a base de trabajo duro, vamos prosperando y creciendo, pero como hemos empezado formando parte de la cadena productiva, seguimos con la inercia, seguimos sin dedicarnos a las tareas de gerencia y llega un momento en que dejamos de crecer, nos quedamos estancados, atrapados por nuestro negocio, en vez de una empresa hemos creado un autoempleo desde el principio, seguimos teniendo jefes, nuestros clientes y estos son nuestros peores jefes, porque tenemos miedo a perderle, nos pueden despedir sin previo aviso de hoy para mañana y sin indemnización, y encima, si te piden que trabajes el fin de semana, no les puedes decir que no, serías un mal proveedor y hay varios empresarios más ahí afuera que estarían encantados de aceptar el trabajo, aunque sea en fin de semana. También suele pasar que se cubren los gastos justos y no queda mucho margen para ahorrar, el dinero generado queda en la rueda del negocio y tan solo obtenemos un sueldo, incluso a veces más pequeño que el de algunos de nuestros trabajadores. Digamos que quedamos metidos en una rueda de Hámster de la cual no podemos bajarnos en marcha, pero tampoco la podemos parar.
Para salir de esta rueda y no quedar atrapados en nuestro negocio, mientras crecemos, tenemos que ir definiendo el método de trabajo (El Sistema) que estamos utilizando, ponerlo por escrito, definirlo para podérselo explicar a otros, para poderlo delegar, a medida que lo vayamos teniendo lo iremos delegando y, poco a poco, iremos liberando cada vez más tiempo al ir dejando las tareas productivas y administrativas, para irnos dedicando a las tareas de gerencia.
Aquí debemos dedicarnos a definir la misión y la visión de nuestra empresa a cinco años vista y los valores en los que se deben apoyar todas las decisiones que se tomen y que definirán el camino a seguir cuando ante nosotros se abran diferentes posibilidades, una vez escrito todo esto (Una vez sistematizado) ya podemos delegar totalmente las tareas de gerencia.
Ahora ya tenemos “Un Sistema” trabajando para nosotros, en este preciso instante ya nos hemos convertido en Verdaderos Empresarios, tan solo deberemos analizar y redefinir o ajustar la visión de donde y como queremos estar en un plazo de cinco años vista.
Es ahora, en este preciso instante, donde los sueños que nos impulsaron a montar nuestro propio negocio se empiezan a hacer realidad, el problema es que todo este proceso no lo tenemos claro en los principios y somos muy pocos los que nos damos cuenta de que es el único camino para vivir nuestros sueños y no soñar nuestras vidas.
¿Quieres que te ayude a crear un Sistema para tu negocio?, ¿Quieres que te ayude a gestionar tu negocio de una forma eficiente?
Contacta conmigo en s.a@smart-attitude.com o en el móvil +34 647 799 141
Si quieres recibir los post publicados en esta página, rellena el formulario de la derecha y suscríbete a la News Letter.
Si te ha gustado el post, por favor ayúdame a que llegue a más gente, compártelo con tus amigos en Facebook, Twitter, etc.
Antonio J. Herrero García
[…] para reducir la jornada laboral mejorando el rendimiento, y, como ya explicaba en un post anterior (¿Estás atrapado en tu propio negocio?) en definitiva ayudarlos a definir un sistema o método de trabajo para automatizar la gestión de […]