Gestión del Tiempo. La imagen que tienen los suecos de los españoles.
Gestión del tiempo.
Hace ya algún tiempo llego a mí un vídeo de un programa sueco SVENSKA ÖGON, de Johan Hellström, que salió en 2011, donde de forma satírica se cachondea de la ineficacia que tenemos todos los españoles para la gestión del tiempo y que nos obliga a tener que trabajar más de ocho horas diarias.
Después de que muchos españoles descubrieran el vídeo en la red, ante la avalancha de respuestas y quejas que tuvo, se atrevió a tacharnos de “Vagos, Trepas o Procrastinadores”.
Esta fama, respecto a la gestión del tiempo, al parecer y aunque no nos guste, parece ser que es generalizada en el resto de Europa, y yo me pregunto, ¿no tendrán algo de razón?, es bien cierto que somos de los que más horas pasamos en el trabajo y de los menos productivos, yo estoy harto de escuchar entre mis clientes y mis compañeros del trabajo “Yo cuando mas rindo es cuando llego pronto al trabajo y no hay nadie o cuando me quedo hasta tarde y se van todos” ¿Es que acaso no sabemos trabajar en equipo?, ¿Es que nos gusta mucho socializar y esto hace que nuestro rendimiento baje?, ¿No sabemos administrar las interrupciones?, o ¿es que somos adictos a las urgencias y dejamos lo importante para esos ratos que estamos solos?, ¿Acaso no sabemos delegar? Simplemente no dominamos la gestión del tiempo.
Como ya comenté en el artículo “El síndrome del hombre orquesta” ¿Cuántos de nosotros nos hemos perdido acontecimientos importantes en la vida de nuestros hijos, como partidos, funciones de teatro, canciones de navidad, obras teatrales, etc., y ¿Cuántos de nosotros hemos dejado de atender compromisos con nuestros amigos por tener que dedicar nuestro tiempo al trabajo?
Es bien cierto que mucha gente padece la Procrastinación:
«La procrastinación, postergación o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. … »
http://es.wikipedia.org/wiki/Procrastinación
La procrastinación no es un defecto o un mal hábito, es un mecanismo de defensa que usamos para no tener que enfrentarnos al dolor o mejor dicho miedo de atacar a un trabajo demasiado grande o dificultoso, pero cuando una amenaza mayor, la fecha límite acecha, el cliente o mi jefe me lo va a pedir, entonces, como ese peligro es mayor, nos da fuerza y nos ponemos, vencemos el otro miedo a enfrentarnos y lo hacemos en el último minuto, pero con un estrés que te va matando. El problema es cuando esto se convierte en un hábito, entonces te hace sentir culpable y aparecen los “Tendría que…” “Debería de…”, y como nos sentimos culpables nos volvemos adictos al trabajo y cuando nos tomamos un descanso nos volvemos a sentir culpables y esto provoca que no disfrutemos del momento que nos hemos tomado libre.
Desde pequeños estamos sometidos a amenazas “El método de empuje de la motivación” diseñadas para estimular la acción a través del miedo al castigo y precisamente este miedo al castigo es el que nos hace entrar en la procrastinación. Las tácticas de castigo crean a menudo un miedo inconsciente paralizante en lugar de un efecto motivador.
Yo os animo a que hagáis un análisis exahustivo sobre la gestión del tiempo, como yo mismo hice hace ya algunos años y que repito de vez en cuando para asegurarme de que no pierdo tiempo, para averiguar en que usamos nuestro tiempo, cuantas interrupciones tenemos, cuantas horas de TV vemos al día, cuales son las tareas irrelevantes, cuantas horas usamos en mirar en las redes sociales, cuales son las tareas realmente importantes, cuales son nuestros hábitos improductivos, cuales son los compromisos que tomamos con otros y que no nos aportan nada, etc.
Para no perder el tiempo, que al fin y al cabo es nuestra vida, para no robárselo a nuestras familias y amigos, para no dejar de lado nuestra salud, es importante parar unos ninstantes y hacer el análisis que os propongo para una gestión del tiempo eficaz, quizás, cuando tomas conciencia de en que estás usando tu tiempo, decidas cambiar hábitos que, al fin y al cabo, te van a hacer ser más feliz cada día de tu vida, y cuando respires tus últimos alientos no te arrepientas en absoluto de todo lo que has hecho durante tu vida.
Si te dijeran que te queda un año de vida ¿Seguirías haciendo lo que haces ahora en tu día a día?
Al menos tómate cinco minutos y piensa en ello.
Déjame tu opinión respecto a la gestión del tiempo aquí abajo, me interesa saber tu opinión. Gracias.
Antonio J. Herrero García
¿Y tú qué opinas?