Los cambios con Metas a largo plazo en todas las áreas de tu vida
Sin duda alguna la fijación de Metas a largo plazo es vital para conseguir la felicidad.
También, ante cualquier cosa importante que me dispongo a hacer en esta vida, siempre me hago esta pregunta: ¿Lo que voy a hacer me hará feliz?
En el vídeo de esta semana te explico como cambié mi situación y como encontré mi felicidad cuando empecé a trabajar con metas a largo plazo en cada una de las áreas de mi vida.
Normalmente tu trabajo es lo que más tiempo te roba.
Para ser feliz en la vida deberías dedicar el menor tiempo posible a tu trabajo para dedicarlo a lo que realmente importa.
(Para mi:
- mi familia,
- mis amigos
- y mi salud)
Si trabajas para otros difícilmente podrás minimizar las horas que dedicas al trabajo.
La mejor forma es crear tu mismo tu propio empleo. Montar una empresa propia, y si ya la tienes, hacer lo que haga falta para que le tengas que dedicar el mínimo tiempo posible sin que tus ingresos se resientan.
Hagas lo que hagas, planifícalo con Metas a largo plazo.
Hace ya bastantes años que planifico mi futuro con Metas basadas en mis valores más profundos.
También utilizo Mapas Mentales para la fijación de Metas.
Te dejo con el vídeo:
Y aquí tienes la transcripción del mismo:
Muy buenas,
Aquí Antonio Herrero. ¿Cómo estás?
¿Se te ha acabado las vacaciones?
A mi si (Por ahora) y ya estoy de vuelta.
Descansar, poner en paz tu mente fuera del mundanal ruido de la ciudad y pensar en nuevos proyectos.
Todos lo necesitamos de vez en cuando, pero cuando eres dueño de una empresa que te esclaviza y que te requiere en todo momento (Un autoempleo), ni estando de vacaciones lo puedes hacer.
Mi caso y las metas a largo plazo:
Como te explicaba en el anterior vídeo, eso mismo era lo que yo sentía.
Tenía una empresa de éxito, pero me sentía desgraciado e infeliz.
Descubrir las metas y los objetivos a largo plazo y desarrollar planes para que se hicieran realidad cambió mi vida.
Me planteé muchas cosas. Pude tomar distancia para analizar las diferentes áreas de mi vida y ver lo que estaba bien y lo que no funcionaba.
Tracé planes para cambiar muchas cosas, pero la más importante era mi trabajo.
Eso era lo que me estaba robando todo, lo que me hacía infeliz.
Sin duda alguna era lo primero que se tenía que cambiar.
La nueva empresa
Me propuse montar otra empresa para ayudar a todos los empresarios dueños de pequeñas empresas como yo, que estaban sufriendo igual que yo por culpa de sus trabajos, ya que vi que eso era más común de lo que yo pensaba al hablar con todos los compañeros del curso al que me había apuntado.
Cada seis meses nos encerrábamos durante tres o cuatro días en un hotel, sin móviles, sin interrupciones… Y nos dedicábamos a planificar nuestras metas de futuro.
Este encierro lo hacíamos con empresarios de toda España que también estaban haciendo el mismo curso en sus respectivas ciudades.
Al hablar con muchos de ellos, pude constatar que todos cojeábamos del mismo pie.
Nuestros problemas como empresarios más o menos eran los mismos.
A estas reuniones también venían trabajadores de grandes empresas, que enviaban a sus empleados para que aprendieran a trabajar con metas y objetivos.
Éstos nos explicaban como se organizaban en sus empresas.
Lo que hacen las grandes empresas es aplicable a las pequeñas
Compartíamos esos conocimientos y, aún a pesar de resistirnos, comprobamos que si aplicábamos esos mismos métodos en nuestras empresas podríamos crecer y ganar en libertad.
Yo jugaba con ventaja, ya que había trabajado en una gran empresa durante seis años antes de montar mi propia empresa, estando los dos últimos años como directivo.
Era jefe de mantenimiento de una planta de cogeneración donde administraba un presupuesto de unos 300.000€.
Durante ese tiempo aprendí mucho y coincidía con lo que comentaban los trabajadores de esas empresas que te he comentado.
Así que la idea de montar una empresa para ayudar a pequeños empresarios empezó a tomar cuerpo.
Liberar tiempo del dueño del negocio
Durante el año 2011 los números ya no eran tan buenos y empezábamos a tener dificultades económicas, tenía que hacer algo urgentemente.
Lo primero que tenía que hacer era liberar tiempo para poder dedicarme a planificar mi nueva empresa y poder enderezar la actual.
El asesor
Así que ese año busqué y contraté un asesor para que me ayudara, codo con codo, a organizar mi empresa para que pudiera funcionar sin mí.
Poco a poco, fuimos definiendo e implementando un Sistema para que fuera el motor de mi negocio y no yo.
De esta forma fui liberando tiempo al ir delegando las tareas que yo realizaba, evidentemente siguiendo un estricto y riguroso plan de delegación.
Al trabajar por proyectos y analizar resultados, descubrimos que había ciertos clientes que lo único que hacían era provocarme problemas y en los que todos los proyectos salían con pérdidas (Clientes tóxicos).
Así que intentamos reconducir la situación con estos clientes.
En los que fue imposible: Se dejó de trabajar con ellos, que era lo más rentable.
Los resultados después
Pero ya fue tarde. La empresa estaba herida de muerte.
Las pérdidas provocadas por esos clientes nos habían dejado en una situación precaria y tenía que buscar una solución drástica urgente.
Pero eso te lo cuento el próximo viernes.
Un abrazo
Antonio J. Herrero García
¿Y tú qué opinas?