Metas y objetivos basados en nuestros Valores
Cuando eres joven ni te planteas cuáles son tus valores. Los tienes instaurados en tu interior. Son los que guían tus acciones. Pero no eres consciente de ellos y de lo que ellos hacen con tu vida.
De hecho, pensamos que todo el mundo se rige por los mismos valores, las mismas creencias morales. Las normas de la sociedad en que vivimos que definen lo que está bien y lo que está mal. Y que todo el mundo se rige por las mismas leyes, pero esto no es así.
Cada persona tiene sus propios valores, cada persona ha sido condicionada por sus padres, amigos, profesores, familiares, programas de TV, libros, revistas, y un largo etc. a través de sus vidas.
Los valores son los cimientos de nuestras vidas. Son la base donde se apoya la escalera del éxito. Por eso es tan importante tener claro cuáles son esos valores que rigen nuestras vidas y que nos guían en la toma de decisiones importantes.
¿Cómo averiguar cuáles son tus Valores?
Existen diversos métodos para ayudarnos a averiguar cuáles son.
El más famoso sin duda alguna es el Cuestionario de Proust. Se trata de un test sacado de un antiguo juego de salón de unas 30 preguntas para conocer los valores de la persona que lo responde.
Y aquí es donde reside la verdadera esencia del conocimiento, en el arte de hacerse preguntas como:
- ¿Qué es lo que me da más rabia en los demás? Si te da tanta rabia es porque eso es importante para ti.
- Cuando cumplas ochenta años ¿Qué te provocaría mucha tristeza?
- En tu funeral, ¿Qué te gustaría que dijeran de ti, cómo te gustaría que te recordaran?
- ¿Qué te gustaría que dijeran de ti a tus espaldas?
- Ahora piensa en tus padres y en tus hermanos ¿Qué es lo que más odias de ellos? y ¿Qué es lo que más admiras?
- Sigue haciéndote preguntas respecto a tu matrimonio, si estás casado/a, respecto a tu familia, a tu trabajo, etc.
Los valores también van cambiando
Los valores cambian en función de las circunstancias en las que nos encontremos en determinado momento de nuestras vidas.
Yo, por ejemplo. Era un motero que le encantaban los subidones de adrenalina de la velocidad. Desde que nació mi hija, ya no me volví a subir a una moto. Era demasiado el peligro y no quería dejar a mi hija huérfana de padre antes de tiempo.
Por eso es bueno, de vez en cuando, plantearse estos valores.
El problema de hoy día, y que cada vez se acentúa más en nuestros jóvenes, es que tenemos demasiada oferta de todo.
Nos inundan en anuncios en todas partes. Nos hacen desear un estilo de vida basado totalmente en lo material y eso hace que todos nos centremos en la recompensa inmediata y no pensamos en sus consecuencias a largo plazo.
“Actuamos basándonos en la recompensa inmediata”
Metas y Valores
Cuando nos preguntan por nuestras metas, para la mayoría, son metas materiales. Basadas en este mismo principio del deseo de todo lo que nos ofrecen con la publicidad.
Se ha de tener en cuenta que, como me enseñó mi mentor Aharale Batonia, el principal valor es la vida, vivir y de ahí surgen todos los demás valores.
El principal anhelo de casi toda la humanidad es Ser Feliz. Si basamos nuestra felicidad en lo material, cuando lo perdemos, también perdemos nuestra felicidad.
La verdadera esencia de la felicidad es centrarse en el SER, no en el TENER.
Hábitos
Como expliqué en un post anterior (“Hábitos. La gestión del tiempo“) prácticamente el 90% del tiempo trabajamos o reaccionamos de forma automática, de forma inconsciente.
Nuestra mente reacciona como si de una máquina se tratase.
Teniendo presentes y bien claros nuestros valores, y siendo bien conscientes de ellos en cada momento, la toma de decisiones es mucho más coherente con nuestro SER.
Cuando actuamos sin tener consciencia de ellos y dejándonos llevar por las urgencias de nuestro día a día, hace que lo importante para nosotros se posponga.
Esto nos crea un gran malestar y una angustia que muchas veces no sabemos de dónde viene y que genera, cada vez, más y más estrés, cayendo en una espiral sin fin, que nos aleja de nuestras verdaderas metas y sobre todo, de nuestra felicidad.
Ante esta situación empezamos a tomar quehaceres para evadirnos de nuestra realidad, en busca de la ansiada felicidad.
Conclusión
Tomando decisiones y fijándonos metas basadas en nuestros valores nos conducirá irremediablemente a ser más felices.
De otra manera, pasaremos la vida lamentándonos de ella, sin saber que tenemos que hacer exactamente.
Al menos una vez al día, haz alguna cosa que te acerque a tus metas basándote en tus valores más importantes.
Al final del día, pregúntate: ¿Qué he hecho hoy para estar más cerca de ver hechos realidad mis sueños?
Antonio J. Herrero García
Hey Siegfried, I just checked the site you were remonmecding and it is indeed really packed with useful information.And wow, Alexa is really starting to hate me now, I used to be below the 80K range, now I’m WAY above 500K but oh well.Thanks for sharing this site man, I really appreciate it.SergioPS. Really cool site you have here man and great advice on wordpress too.